La banca y la España rural: historias para no dormir / Ricardo Martín. Secretaría de Administración y Finanzas de Alternativa Republicana
LA BANCA Y LA ESPAÑA RURAL: HISTORIAS PARA NO DORMIR
Históricamente las Cajas de Ahorros en nuestro país habían tenido un papel social importante. Eran entidades semipúblicas que tenían la obligación de revertir sus beneficios anuales a la propia sociedad. Esto empieza a cambiar en los años 90, cuando las Cajas de Ahorros se lanzan al mercado a competir con las entidades privadas bancarias. Definitivamente rompe con su historia en la “vorágine del ladrillo” de esos años y llega su total fallecimiento con la crisis financiera mundial del 2008 provocada por las hipotecas subprime y con la caída de Lehman Brothers.
Pero no nos interesa esta parte de la historia, tan solo para explicar que esta gran crisis financiera mundial, acompañada por la burbuja inmobiliaria española que revienta meses después, es el comienzo de una reestructuración bancaria en España. En ese momento, año 2008, existían 62 entidades financieras españolas que mantenían 46.221 oficinas abiertas en el país y que suponía 278.300 empleados en el sector financiero. Desde entonces han utilizado políticas neoliberales, tendentes a concentrar el sector, para supuestamente darle solidez al sistema financiero. Estas políticas empresariales son: las concentraciones bancarias hechas a base de fusiones y compras de entidades por importes ínfimos o casi nulos después de inyectar dinero público en dichas entidades y el recorte en gastos basados en la reestructuración del sector con cierre de oficinas y despidos masivos de empleados, bien a través de ERES como de despidos individuales (ERES encubiertos).
Con este planteamiento, de 62 entidades financieras hemos pasado a 10 en poco más de una década. De 46.221 oficinas abiertas hemos pasado a 23.051 a cierre del año 2020, lo que supone la pérdida de 23.170 oficinas en poco más de 12 años, 50,18% menos oficinas abiertas. Y de 278.300 empleados a pasar a 162.600 empleados a cierre del año 2020. Habiéndose perdida la friolera cifra de 115.700 empleos, lo que supone el 41,57%. Esto sin contar con los cierres del año 2021, 3.400 oficinas más cerradas y cerca de 19.000 empleos más perdidos. Así como las previsiones para 2022, que cifran los ERES en cerca de 12.000 despidos más (CaixaBank, BBVA, Unicaja Bank y Banco Sabadell). Nos deja un panorama desolador en cuanto al empleo, con la pérdida de más de 150.000 empleos desde el año 2008.
A modo de resumen la fusiones y adquisiciones han sido las siguientes hasta 2020: –
- BBVA se queda con UNIM y Cataluña Caixa. –
- BSCH se queda con Banco Popular que se había quedado con Banco Pastor. –
- Liberbank se queda con Cajastur, Caja Cantabria, Caja Extremadura y Caja Castilla La Mancha. –
- Unicaja Bank se queda con Banco CEIS y Caja Jaén. (Liberbank y Unicaja Bank se fusionan a finales de 2021). –
- Abanca se queda con Bankoa, Caixa Geral, Banco Etcheverria, Caixa Nova y Caixa Galicia. –
- KutxaBank se queda con Caja Vital, Cajasur y BBK. – Bankinter se queda con EVO Banco. –
- Banco Sabadell se queda con Caixa Penedés, Banco Gallego, Caja Ahorros Mediterráneo y Banco Guipuzcoano. –
- CaixaBank se queda con Bankia (antigua Caja de Madrid), BMN,
- Caixa Girona, Banca Cívica, Bankpyme, Banco de Valencia y Barclays Bank Suc. España.
Dentro de este maremoto de reordenación bancaria existen núcleos de población que se han quedado sin ninguna oficina bancaria, la España Rural. Aparte de la reducción de gastos por parte del sector bancario, hacen desaparecer no solo las oficinas bancarias, sino también los cajeros automáticos que existían en dichas oficinas. Según un informe del Banco de España del año 2021 hay 4.405 municipios en nuestro país que no tienen sucursal bancaria. Es más, el mismo informe habla de 1,3 millones de españoles que están en situación de vulnerabilidad en el acceso tradicional al efectivo. El mismo informe del Banco de España indica como el regulador financiero no puede obligar a ninguna institución financiera a mantener abiertas oficinas en la España Rural. Las Comunidades Autónomas más afectadas por esta vulnerabilidad y por la inexistencia de sucursales bancarias y cajeros automáticos son, por este orden: Castilla León, Galicia, Aragón y Andalucía. Este hecho conjuntamente con la edad media poblacional de la España Rural, con mayoría de ciudadanos/as de edad avanzada, hacen que estos no estén acostumbrados a utilizar los medios de pago tanto analógicos (tarjetas, etc..) como digitales (bizum, paypal, etc…) que existen. Para ellos y ellas las nuevas tecnologías es materia de difícil comprensión. Lo que hace que esta población sea más propensa a estar en mayor vulnerabilidad y total abandono.
Constatamos que existen pueblos en donde no solo no existe una oficina bancaria, incluso no existe ni un cajero automático en donde se pueda retirar efectivo. Teniendo el pueblo más próximo con oficina o cajero a 40 o 50 kilómetros de distancia. Una posible solución para que todo esto no ocurra es la creación de una banca pública. Que no solo pueda competir en las grandes urbes con la empresa privada sino que como servicio social, preste servicio en aquellas localidades de la España Rural que se ve afectada por el abandono de la empresa financiera privada por motivos puramente en términos de beneficio económico. Una empresa financiera pública que con dinamismo e innovación cree las diferentes estructuras para que este tipo de pueblos de la España Rural tenga atención que necesita de efectivo, además de prestar financiación a sus clientes.
La España Rural ha presentado varias mociones en el Congreso de los Diputados y en el Senado aprobándose una declaración para estudiar la situación financiera de la España Rural. Esta declaración ha quedado en agua de borrajas ya que el gobierno más progresista del mundo ha dejado sin dotación presupuestaria para el 2022 el apartado correspondiente a dichos estudios. Para el gobierno más progresista del mundo, la España Rural se la trae al pairo. Así nos va.
Ricardo Martín Secretaría de Administración y Finanzas de Alternativa Republicana