De 2009 a 2014 en la lucha republicana / Pedro A. García Bilbao
Hace unos años existió la Coordinadora Estatal de Organizaciones Republicanas, se fundó en torno al año 2004. Entre sus logros que se mantienen está la Manifestación de los 8 de diciembre en favor de la República. Cubrió unos años importantes que permitieron que la llama no se extinguiera. Estaba en ella todo el mundo exceptuando IU y PCE, que acabaron por enviar un observador, no obstante. Fue entonces, en 2009, cuando un compañero de Barcelona propuso una Lista Republicana de Unidad a las Europeas. Era la propuesta justa en el momento justo y la acogimos con mucho interés, al menos el núcleo de republicanos del que formaba parte, ligado a la corriente republicana entroncada con los partidos del gobierno del exilio y las figuras del presidente Valera y de Maldonado. Conviene que recordemos aquel momento de 2009 y el ciclo que se cerró con la abdicación de Juan Carlos Borbón en 2014, aunque solo en unos pocos puntos y sin entrar al detalle de la intensa actividad que de actos públicos, conferencias y contactos realizamos.
Estábamos en la Coordinadora Estatal como parte de la Plataforma de Ciudadanos por la República (CxR), creada algunos años atrás por cuadros del PCE m-l, pero que contaba con una notable pluralidad de procedencias en su composición, era algo muy fluido, siendo la sensibilidad republicana el punto en común. CxR al fundarse se vio pronto escindida por quienes eran más cercanos al PCE, quienes liderados por Jordá y Coronas —dos cuadros históricos de ese partido— formaron la Unidad Cívica por la República (UCR). Estas dos asociaciones eran las únicas de vocación republicana con alcance nacional y lo fueron en los primeros quince años del siglo. Los republicanos independientes, es decir, que no éramos desde luego ni de un partido (el m-l) ni del otro (el PCE), colaborábamos entre las dos asociaciones o en ninguna, la mayoría también en asociaciones o ateneos locales si bien solo unos pocos en el ámbito nacional y dispuestos a dar batalla política en cuanto fuese posible. Los partidos republicanos no estaban en juego, ARDE estaba disuelta, Unión Republicana autolimitada a Segorbe, Izquierda Republicana hackeada desde hacía años y convertida en una trampa mortal se debatía para intentar liberarse y en Cataluña, el Partit Republicá d´Esquerra —el histórico partido de Marcelino Domingo— se había recuperado felizmente pero muy limitado en medios y cuadros. Las cosas a este respecto solo mejorarían cuando años después se fundara Alternativa Republicana, pero ese momento aún no había llegado.
He calificado de corriente republicana respetuosa con el legado y ejemplo de Maldonado y Valera al espacio que representamos, que defendíamos desde muchos años atrás hasta el presente. Como quiera que la España en la que vivimos se ha podido observar cómo con la mayor desvergüenza ha habido muchas personas que se reclamaban «juancarlistas» y republicanos, o que se autocalificándose así no dudaban en defender que la República no era algo prioritario, o que su recuerdo era algo negativo, ligado a muerte y derrota, cuestionando incluso el valor de los símbolos nacionales republicanos como de utilidad en el presente, pudiera ser necesario que explicitásemos cómo entendemos la República Española.
- El republicanismo es una ideología, un sistema de valores y de principios, que inspira y fundamenta un estado, la República que se compromete estructuralmente con las libertades de todos, con los derechos sociales, con los derechos civiles. Republicanismo es compromiso de que no hay que escoger entre derechos, que hay armonía entre ellos y si la realidad obliga a tomar decisiones se autoimpone la defensa del bien público por encima de todo y precisamente por respeto a todos.. La tríada libertad, igualdad y fraternidad son un conjunto articulado donde cada elemento es consustancial y necesario junto a los otros dos. Valera lo argumentó de forma clara:
A la izquierda de los republicanos no hay ni puede haber nada. Ninguna aspiración revolucionaria o progresista pasará de ser una utopía infecunda, si no se apoya en las cuatro columnas fundamentales del estado republicano: el ser humano libre, la nación independiente, la sociedad justa y solidaria y el pueblo soberano.
Juan Valera Aparicio. París, 10 de mayo de 1978
- Pero más allá de discusiones filosóficas, lo que ayudaría a definirnos es que nosotros hablamos de España y su República aquí y ahora, desde el respeto al legado de ejemplo, principios, valores y sacrificio de las generaciones anteriores y de los éxitos del pueblo español como aquel luminoso 14 de abril de 1931. Es pues de la República Española de la hablamos.
- ¿Qué república quieren ustedes? Una que sea republicana, —laica, libre, solidaria, democrática en lo político y liberal en el corazón— y siendo española, sin impunidad del franquismo-. Una república jacobina en su más genuino sentido, el de que no hay excusa ni lugar, ni para el privilegio ni para la discriminación, donde son las personas y los pueblos los sujetos de derecho, una república jacobina, laica y social que se define por el principio de igualdad de derechos e igualdad de obligaciones en todo su territorio, con vocación universal y con respeto reverente a lo particular, pues como defendiera el tribuno Jean Jaurés, «quien no respeta a su tierra, no amará a la humanidad».
- ¿Son ustedes radicales? Desde luego, radical-demócratas, parte de esa tradición democrática, en la que derechos sociales y derechos políticos no están en oposición.
- Esa es nuestra posición de partida, desarrollada desde ahí, respondiendo con respuestas concretas al desafío que representa una España sometida a la Monarquía instaurada por la dictadura franquista en 1947, con distintas fases y periodos hasta llegar al régimen actual, con una Constitución que se redactó sin llamado constituyente y que entró en vigor sin siquiera derogar la de 1931, desde la institucionalidad franquista y con la firma de un rey impuesto.
- Frente a esta monarquía tapadera de todas las corrupciones, que representa la falta de independencia nacional española ante potencias extranjeras, nosotros somos los españoles que resistimos y decimos que la República Española es políticamente posible, democráticamente necesaria y moralmente obligatoria
¿Y quienes éramos esos republicanos que resistíamos? Muchos. Más de los que formábamos la red y estábamos en contacto. Algunos nombres son parte de la historia del movimiento republicano en esos años de invisibilidad y exilio interior que vivíamos: éramos socios del Ateneo desde muchos años atrás y habíamos tenido distintos caminos políticos pero todos coincidíamos en una línea republicana muy definida. El juez Navarro, Gonzalo Puente Ojea, Pilar Flores Maldonado y Emilio Alonso Álvarez eran tal vez los más conocidos, además de quien suscribe y otros muchos socios del Ateneo. Fue un socio, Raúl Marco, quien nos invitó a colaborar con la Plataforma de Ciudadanos por la República (CxR), lo que hicimos con naturalidad pues CxR era en ese instante una de las muy pocas asociaciones republicanas de alcance nacional que partían de la necesidad de cuestionar la legitimidad del régimen del 78 y en ella no había problema para expresar nuestro punto de vista, que no era necesariamente coincidente con el de la propia CxR, pero no pasaba nada. Debo ser justo y expresar con claridad mi aprecio personal por Raúl Marco, una persona de una pieza y con quien mantuve una relación de mutuo respeto; el siempre comprendió el carácter independiente de mi colaboración con ellos.
Todos aquellos compañeros republicanos, Navarro, Gonzalo, Pilar, Emilio, el propio Raúl, han fallecido ya. Debo recordar a Emilio Alonso con especial atención; era —dejemos a Marco aparte pues sus parámetros eran otros y su procedencia muy distinta— de todos nosotros, el que más experiencia y trayectoria republicana tenía; fue miembro de la Junta Democrática en el 76-77 y fue testigo de todo lo sucedido; había sido secretario gral. de izquierda Republicana en 1979, firmado la coalición para las municipales de ese año con la Convención Republicana impulsada por Marco precisamente. Emilio tenía una visión absolutamente lúcida, de una crudeza tan brutal como la propia realidad y sabía de sobra que en el páramo desolado en el que se encontraba la lucha republicana en la España entregada a la Transición, algunas alianzas necesarias podían entrañar serios peligros dada nuestra debilidad. Defendía Emilio la necesidad de mantener la llama, no olvidar quiénes éramos y qué defendíamos. Era un cuadro magnífico, muy bien preparado, pero sobre todo era alguien de una pieza, leal a la República y dotado de una capacidad de análisis poco vista; era desde luego un hombre de acción, lo era políticamente y en su vida profesional, ingeniero de caminos, alto ejecutivo en una gran empresa de alcance internacional, con medio planeta recorrido a sus espaldas. Formación, principios, objetivos para luego analizar, decidir y convertir en acción concreta los planes. Ese era Emilio. Fue él quien nos puso en contacto con D. Macrino Suárez, ministro del último gobierno del exilio, un hombre de bien, con una formación en valores republicanos y una honradez a toda prueba; uno de esos hombres que el régimen del 78 prefería que murieran en silencio y en el olvido. Con D. Macrino y con la As. Maldonado y el Ateneo Republicano de Asturias mantendríamos los republicanos del núcleo del Ateneo una colaboración continuada y muy positiva; las alianzas externas al republicanismo eran necesarias pero las primordiales son las establecidas entre nosotros. Y precisamente por ello, el republicanismo español tenía que ser muy estricto y atento a la conducta ética de quienes reclamasen ser parte, sin espacio para oportunismos o engaños.
Emilio Alonso nos recordaba siempre que en realidad algunas cosas eran muy sencillas. Bastaría que se oyera en público la voz de la República para poder unir a los nuestros —unir a los nuestros, algo no tan sencillo—, no escondernos nunca, defender siempre que los derechos sociales y los derechos civiles y políticos son compatibles y que no hay que escoger pues unos y otros son imprescindibles para poder vivir en libertad y justicia. No me extenderé en lo que compartíamos, véase lo ya expresado, pero baste decir que la idea principal que todos manteníamos como fundamental y nos separaba drásticamente de Izquierda Unida y lo que llamábamos la izquierda del régimen, aparte de temas ideológicos, era que nosotros considerábamos ineludible llevar a la primera línea de la política española la cuestión republicana, nuestras objeciones a la legitimidad del régimen, la necesidad de un proceso de ruptura democrática y que era posible combinar esos elementos con la participación activa en la vida política, proponiendo y en su caso aplicando medidas de programa caso de acceder a cargos públicos. Normalizar la Tricolor como parte de las soluciones, y alzar orgullosos la enseña de la España antifascista que nunca, nunca se rindió. Este era el marco básico para entender nuestro proceder y nuestra lucha.
En las elecciones que se iban produciendo cada uno actuaba en conciencia, buscando siempre unidad y apoyo a la izquierda en ausencia de candidaturas propias. Lo ideal era persuadir a las fuerzas de izquierda y democráticas que se presentaran en candidaturas unitarias republicanas, una meta que se revelaba imposible, absolutamente nadie quería cuestionar la legitimidad del régimen. En 2004, con ocasión de las generales, realicé un llamamiento desde (CxR) en ese sentido, estableciendo la necesidad de que el espacio a la izquierda de IU se organizase sobre un proyecto republicano. Vide: Elecciones 2004 (…) Pero en 2009 se trataba de unas europeas en un marco muy complejo, con el impacto brutal de la crisis y un malestar social creciente en el que agotamiento del régimen y de los partidos dinásticos PPSOE y la izquierda del régimen era evidente. La propuesta del compañero llegaba en el momento perfecto y la expectación —y el recelo de algunos— eran notables.
¿Qué pasó?
Recuerdo como si fuese ayer aquel debate. Nos dimos cita en el sótano del local de un periódico de la CGT de Madrid situado en el barrio de Lavapies, pues los compañeros del sindicato lo cedieron para la reunión solidariamente.
1 Planteada la cuestión de una candidatura republicana, de entrada, la observadora de IU PCE – Feli se llamaba, una militante muy conocida – quedó en shock. No olvidaré su expresión al ver de qué se iba a hablar. La cosa empezó y cada organización presente se retrató. El debate resultante se me ha quedado grabado. Las cosas ya no volverían a ser iguales después de aquello.
2 La idea expuesta era hacer una lista electoral conjunta compuesta por personas de todas las organizaciones sin excepción, con un programa compartido básico. Ya disponíamos de 8 puntos comunes. Vide: Puntos por la República 2004 (…) Posible era, desde luego. El compañero hizo un análisis muy correcto de la situación. Tensión social, malestar creciente, dificultades del régimen para justificar los recortes, nulas expectativas de cambio, desprestigio del PSOE, un PP creciente. deterioro de la imagen del Rey. Es decir, cuestión social y cuestión de régimen, monarquía y partidos dinásticos, todo en entredicho. Momento adecuado para una iniciativa de alcance.
3 El compañero de Barcelona propuso centrarnos en youtube para la campaña, algo nuevo entonces, y emplear la base territorial diversa que teníamos. Se cubría toda España. Propuso una campaña sencilla con uso de los medios informáticos y redes, lanzada desde múltiples focos con la participación de todos. Nadie que quisiera participar se quedaría fuera.
4 El proyecto me pareció asumible de inmediato, pero se requería de la participación de varios grupos de los allí presentes para que pudiera funcionar y ser algo distinto a una simple candidatura en solitario. Fui de los únicos que pensó que la ocasión y la propuesta debían salir adelante. Y no era extraño, de los republicanos que nos sentíamos en la línea de la tradición republicana española que entroncaba con los partidos del exilio, con el mensaje de esperanza y resistencia que el presidente Valera transmitió en su último mensaje de julio de 1977, en ese instante sólo estábamos allí tres personas. La Coordinadora Estatal Republicana era en realidad, pese a su nombre, una entente de partidos y organizaciones críticas con el régimen del 78 distintos a la izquierda de la transición (IU PCE), pero no había acuerdo sobre los objetivos últimos ni sobre todo sobre las estrategias a seguir; la coordinación a la que se llegaba era a un par de convocatorias de manifestaciones y algunos comunicados, nada más. Lo vimos cuando hubo que situarse ante la propuesta.
5 El PCPE señaló abiertamente que ellos se presentaban y que les votáramos que ellos ya eran la lista precisa.
6 El PCE m-l, con quienes compartía alianza en la Plataforma de ciudadanos por la República (CxR), expuso que no lo veían, que era muy precipitado. Como consecuencia la CxR no se pronunció, como tampoco se debatió en ella, yo expuse mi apoyo a titulo personal, yo era entonces, al menos nominalmente, su vicepresidente.
7 La miriada de asociaciones y ateneos ligados o no al entorno de IU PCE, lo recibieron bien pero dijeron que ellos no eran partidos y que no podían pronunciarse.
8 La Red Roja de Nines Maestro se mantuvo distante. No se opusieron, pero dijeron que no participarían. Luego supimos la razón. Presentarían la candidatura INICIATIVA INTERNACIONALISTA con apoyo abertxale; en aquellos días la persecución a los partidos de la izquierda abertxale era total y la candidatura intentaba burlar aquella persecución. Alfonso Sastre y la propia Nines Maestro encabezaron la lista que sería impugnada por el estado y repuesta por la Junta Electoral. Sacaron 175.000 votos. Pero aquel día no nos lo dijeron y allí no había espacio para la Tricolor, claro. Esto no me impidió votarles. Tanto Nines como Sastre eran personas que eran muy dignas de respeto y aunque creo que fue un error que no se abrieran, comprendí la situación en la que se encontraban.
9 Tanto en la Plataforma CxR como en la Unidad Cívica por la República (UCR) y algunas asociaciones más, hubo personas que sí hubiéramos ido adelante, pero no se quiso como asociaciones. Ese día murió la Coordinadora Estatal de organizaciones Republicanas, pues ya nada fue igual.
Pudo observarse con toda crudeza que el espacio republicano era un espacio de resistencia a la izquierda de IU, que se expresaba en su exterior porque no podía hacerlo dentro de la IU fuerza parlamentaria voluntariamente incapaces de plantar cara al régimen, limitándose a administrar el trocito de poder que los votos populares les otorgaban; el hecho es que nunca IU, ni sus diputados y dirigentes, participaban activamente en las manifestaciones del 8 de diciembre, por ejemplo, ni tampoco eran parte de la Coordinadora. Su gran preocupación era que los 8 de diciembre no figurase el asunto del Derecho de Autodeterminación, cosa defendida siempre por Nines Maestro y otros grupos, de forma que aquellas convocatorias de manifestación costaba mucho que fuesen unitarias. La idea aquella de IU como movimiento transformador y de amplia base llevaba muerto muchos años. En la Coordinadora Estatal (calificativo estúpido, empleado para no decir nacional o española, lo que indicaba que se interiorizaba el rechazo al concepto de República Española) los que siendo cercanos o parte de IU y que no eran IU orgánica, como las asociaciones y ateneos, no deseaban entrar en conflicto con su partido, de forma que reducían lo republicano a lo cultural y memoria despojada de contenido político. Anguita empleaba su jubilación en pasear su mensaje ahora republicano por entre ellos, pero nunca lo hizo para llevar a IU a posiciones de ruptura con el régimen y nunca dio en las Cortes un discurso republicano que cuestionase la legitimidad de la monarquía y la Constitución. Y ni que decir tiene que jamas apareció por la Coordinadora Estatal ni tampoco tomó nunca la palabra en los mitines al final de las manifestaciones del 8 de diciembre que llevaban ya una década celebrándose.
Por su parte los distintos PCs diferentes al PCE, se afanaban en su búsqueda de una unidad comunista y una ortodoxia que solo era capaz de fraccionarles cada día más. Ha de añadirse un espacio cercano y en simpatía con los abertxales, con posiciones internacionalistas y nacionalistas castellanas. Los contactos con los republicanos catalenes de ERC eran nulos. Tan solo los de tipo personal que algunos de nosotros manteníamos con lo que quedaba de la histórica ERC —mi abuelo, por ejemplo era amigo de Pi i Sunyer— pero eran cosas del pasado: nadie en la ERC contemporánea tuvo nunca el menor interés en establecer diálogo con nosotros.
Y aquí y allá, republicanos independientes que hacíamos lo posible por creer ante nosotros mismos que todo aquel esfuerzo era una forma de resistir. En aquellos días Alternativa Republicana no existía todavía. Acabada la reunión en el local aquel de la CGT, la Coordinadora Estatal cerró página, pero algunos tuvimos un sentimiento encontrado. Estábamos en un punto muerto y nadie había salido airoso.
10 Es muy posible que la discusión de aquellos días contribuyese al acercamiento entre PCE m-l y PCE que llevó a la Conferencia Republicana del PCE celebrada en noviembre de 2010 y a la creación de la JER más tarde y a la fundación de RPS republicanos poco después. La formación de RPS en cierto modo me sorprendió, pero sobre todo la de ralentizar el funcionamiento de la CxR que me comunicaron. Tardé demasiado en verlo pero aquel movimiento implicaba en la práctica impedir que se abriera paso una experiencia amplia de unidad republicana capaz de simbolizar una ruptura con el régimen. En las agendas de ambos PCs estaba el propiciar un acercamiento entre ellos y la forma de presionar por parte del m-l era potenciando la voz republicana, pero se vio pronto que la presión tenía unos límites. ¿Razones? El PCE temía que se formara un polo al margen de IU, de forma que la posición de firmeza en la denuncia de los acuerdos no escritos de la transición les ponía nerviosos al sentirse, con razón aludidos. El m-l, por su parte, temía que nuestra línea de firmeza llevara a que una aventura en solitario arruinara su propia estrategia para converger con el PCE que estaban llevando adelante en diálogo con el PCM. Nuestra actuación republicana era una baza de negociación entre ambos grupos, y sobre todo una identidad refugio para el PCE. Las cartas estaban en juego y este no podía detenerse
Pasadas aquellas Europeas de 2009 se produjo un cambio. La Coordinadora Estatal estaba en crisis, o mejor dicho, lo estaban sus componentes. Y el PCE movió ficha. El gesto de acercamiento que nos hicieron a CxR incluyó una invitación a participar en la Conferencia Republicana que preparaban para 2010. El diálogo con el PCE se hizo con la Secretaría General, recuerdo la reunión en la sede de la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM) en la calle Alameda con Centella, estuvimos tres personas a cada lado de la mesa; ese día nos invitó formalmente a la Conferencia Republicana del PCE a celebrar en la Junta de Distrito de Moncloa aquel otoño de 2010 , le pedí que hiciera un gesto de reconocimiento al gobierno del Exilio y lo hizo en su intervención en la Conferencia al citar elogiosamente al presidente Maldonado en el acto de la Conferencia. Propuse un plan de acción conjunto que estimaba posible fuera capaz de darle la vuelta a la situación política de aplicarse. Llegamos a exponerlo en algunos actos conjuntos en el Ateneo.
El acto de la Conferencia Republicana del PCE fue muy potente: Julio Anguita hizo una gran defensa del compromiso republicano de su partido, pero fue el secretario gral. del PCE José Luís Centella quien dio el mensaje principal enmarcando el documento que se aprobó en la Conferencia. “Esta conferencia es un paso importante, es un motor para el Partido, que la Refundación de la izquierda tiene que hacerse en clave republicana, , que no hay III sin reparación de los crímenes del franquismo y sin un entronque con la I y la II, y que lo que planteamos es un llamamiento a la sociedad para un proceso constituyente», e incluyó un recuerdo al presidente Maldonado. Es decir, que incluía, al menos en la retórica cuatro elementos en los que nosotros habíamos insistido: reconstrucción del espacio de la izquierda sobre la base republicana, fin de la impunidad, respeto al hilo de la Iª y IIª repúblicas —es decir, no se parte de cero— y recuperar el legado del gobierno legal del exilio. Lo que marcaría la diferencia, no obstante, era que aquella hermosa retórica que hizo vibrar la sala, se convirtiera en un giro político de la línea estratégica, parlamentaria y de alianzas. Y eso nunca llegó a suceder. Hubo otras intervenciones que reclamaban coherencia y el salto a la línea política de todas aquellas buenas palabras. Una crónica en Kaos en la red las resumen de la siguiente forma:
Desde las organizaciones del movimiento republicano que acudieron a la cita, Miguel Pastrana, como Secretario Federal de la Unión Cívica por la República, pidió que se definiera una hoja de ruta que incluye entre otros puntos el encuentro para la convergencia republicana, desarrollar la campaña de sucesión del Borbón, potenciar los ateneos y foros republicanos para la alternativa republicana en el movimiento obrero y social y las fuerzas de la cultura y el avance de los contenidos de esa III República.
Pedro Casas, del Ateneo Republicano de Carabanchel (Madrid) pidió concretar propuestas “incluso con un programa de gobierno” y matizó que la República no avanzará si no se acompaña de un combate sin cuartel a la monarquía existente.
Kaos en la Red
Hablamos también Concha Carretero, la veterana de las JSU superviviente del proceso de las 13 rosas y quien suscribe. En mi intervención expuse que el compromiso del PCE con la República estaba avalado por la sangre de miles de sus militantes ejecutados en la posguerra, cité en alto dos cartas de militantes ejecutados en Madrid que eran un verdadero ejercicio de compromiso y esperanza, sin olvidar en mi intervención que la lucha republicana hoy, era parte de la solución necesaria para el futuro; lo que pretendía con mi intervención era dejarles claro que olvidaríamos cualquier vacilación o línea contradictoria que hubieran tenido en el pasado. Kaos en la Red recogió amplia noticia de la Conferencia y resumieron mi intervención con estas palabras:
«Por su parte, desde la Plataforma de Ciudadanos por la República, Pedro García Bilbao, además de reconocer con agradecimiento el trabajo que siempre ha desempeñado el PCE en la lucha por la República, pidió que ésta se oiga más en las instituciones en la voz de los representantes de la izquierda y de los partidos y organizaciones que se dicen republicanas. García Bilbao añadió: “El programa político contra la crisis es el programa de construcción de la República” y defendió el ideal de una república de los ciudadanos y trabajadores frente a la sociedad de propietarios que defiende el liberalismo.
Kaos en la Red 28 de noviembre de 2010
Quise con toda sinceridad tenderles la mano y decirles que si seguían esa camino estaríamos a su lado. Concha Carretero, que había sufrido el silencio impuesto por el carrillismo en la Transición lo entendió de inmediato y ese día, cuando tomó la palabra demostró que era un cuadro que se había mantenido en pie pese al tiempo transcurrido y el ninguneo al que se sometió a su generacion de cuadros, una mujer valiente y de gran inteligencia. Fue contundente: “La democracia que tenemos no nos deja avanzar”. Abogó por la República “que es femenina y que es avanzar en la igualdad, abrazar la paz y huir de la guerra y las armas, garantizar el bienestar de los trabajadores y que no se vulneren los derechos de los ciudadanos. De esa República hemos venido a hablar hoy y por eso estoy orgullosa de mi Partido”. Nos abrazamos al despedirnos, sería de las últimas veces que pude verla.
Pero tales buenas vibraciones no se tradujeron en colaboración política real; haber sido consecuente con aquello que se expresó, hubiera supuesto un cambio radical de línea política aplicada en la realidad —lo único que cuenta— y en las alianzas, así que tan hermoso espectáculo quedó en nada. No había sido nada más que una escenificación para consumo interno.
Entretanto la situación del país empeoraba y las movilizaciones sociales crecían. En mayo de 2011, ocurrió algo que cambiaría la percepción y la subjetividad de millones de personas, el movimiento del 15M con la ocupación de las plazas en buena parte de las ciudades de España y muy particularmente de la Puerta del Sol de Madrid, intensamente cubierto por prensa y televisión al punto de convertirse en un espectáculo de masas, lo nunca visto. La Huelga General de 2010 convocada por los sindicatos mayoritarios, o la de enero de 2011, por la red de sindicatos de clase nacionalistas más CGT y CNT no fueron lo bastante fotogénicas para recibir apoyo mediático, pero la ocupación de Sol sí que lo fue. Casi de inmediato muchos sentimos una sensación espantosa de peligro, el movimiento aquel era anti-banderas, anti-política, anti-izquierda, anti-sindicatos y antifeminista Vide: Pancarta arrancada (…) y estaba por todas partes. Apestaba a revolución de colores adaptada al medio español. Las reacciones de la izquierda oficial fueron contradictorias, estaban fuera de juego, todo el mundo quedó fuera de juego, pero algunos alzaron voces de alerta y críticas contra lo que estaba pasando, pues sabíamos que era imposible que algo simultáneo, con un mismo código de funcionamiento y libro de estilo surgiera sin un plan, unos medios y una mano de obra. Era imposible. Y lo pusimos por escrito ya en los primeros días. Lo resumimos de la siguiente forma:
Tómese un sistema agotado y corrupto, una población preocupada y empobrecida, pero llena de ilusiones de consumo y borracha de valores postmodernos inducidos por la televisión y la sociedad de consumo que ésta muestra, con los partidos tradicionales desprestigiados, los sindicatos comprados y la izquierda social inerme. Movilícese a la juventud con proclamas sencillas, imaginativas y un discurso «buen rollista» y que busque la unidad, el cambio, etc, pero todo «despolitizado». «sin referentes históricos» y completamente aislado de las tradiciones de lucha revolucionaria que pudiere haber en ese pueblo. Adóptense símbolos propios nuevos, que no digan nada, y combátase el contacto con los grupos críticos reales. Añadir técnicas de comunicación modernas, buen diseño corporativo, animación sociocultural variada y ¿qué tenemos? Pues tenemos una Revolución Naranja.
Vide. «Toma la Plaza», La Revolución Naranja de SOL / 15M y los resultados electorales de las elecciones 2011
El terremoto del 15M cambió muchas cosas. E hizo salir los peores oportunismos escondidos. El daño estaba hecho, no obstante. El descontento social había estallado como una gaseosa agitada. A finales de aquel año habría elecciones de nuevo, y fue evidente que IU no tenía intención ninguna de aliarse con nadie, aunque la situación general del país no mejoraba. Recuerdo una primera sombra que ya me alertó. Aquel otoño de 2011, un año después de la conferencia teníamos una cita de la especie de coordinadora republicana que habíamos establecido. Estábamos en la cita la CxR con dos personas, una dirigente nacional del PCE y otros representantes de organizaciones regionales o asociaciones. Se trataba de diseñar un plan de actuaciones republicanas para los meses siguientes. Recuerdo que tome la palabra y lo solté con toda claridad. El presidente Zapatero acababa de convocar elecciones anticipadas, dije. Si estábamos trazando un plan de acción republicano el tema elecciones debía ser considerado. ¿Cómo afectaban las elecciones y la situación política que se abriría a la lucha republicana? Estábamos en plena crisis, el desgaste del PSOE era brutal, la derecha venía crecida, el descontento social era enorme, el deterioro de la Monarquía era creciente, el 15M nos había cuestionado a todos y había propugnado cortar el hilo rojo de la memoria. Había que reaccionar: La lucha republicana no era una cuestión de animación socio-cultural ni de nostalgias pasadas. La pregunta era si las direcciones de los grupos parlamentarios de IU y la de esta organización estaban dispuestas a incluir la variable republicana y coordinarse con nosotros, un nosotros donde estaba también el PCE, el de la «Conferencia». Lo que solté cayó como una bomba. La compañera Gloria Aguilar me respondió escuetamente que todo eso escapaba a nuestro ámbito. Tomé buena nota.
Y así fue que presentamos en las elecciones de otoño de 2011, candidatura en Madrid como RPS Republicanos siendo un servidor cabeza de lista. Tuvimos el honor de contar con nosotros a Germán Copini y a mi compañero Sebastián, de Coslada, quien había sido electo concejal republicano en las municipales, el único netamente republicano en todo Madrid. La campaña fue muy traumática moralmente. Hacer campaña sin medios, sin recursos económicos, es algo condenado al fracaso, pero lo hacíamos para extender la idea. Tuve solo dos mítines, en San Sebastián de los Reyes, donde el acto fue un verdadero sufrimiento pero hablé como si el auditorio fuera de 10.000 personas en vez de las dos docenas que había, pero con Sebas a mi lado, un veterano, me sentí bien secundado. El segundo mitin fue en Coslada y tuvo casi doscientas personas. No hubo más. Los resultados fueron mínimos como no podía ser de otra forma. El PCPE obtuvo 4.076 votos en Madrid y nosotros 4.038 (el 0,12%); los Anticapitalistas, lo recuerdo bien, obtuvieron 6.508 votos (0, 19%). Es lo que se saca cuando eres invisible. Vide: Elecciones 2011 (…). El problema no es que el régimen pudiera estar tranquilo con resultados tan nímios, el verdadero problema es que también lo estaba con el 8,04 % de IU en Madrid (3 diputados) en aquellas elecciones.
La lógica de las cosas siguió adelante. En las elecciones ganó la derecha, los zarpazos a la población fueron brutales, el descontento seguía y un factor nuevo, el deterioro creciente de la imagen del Borbón. La más elemental lógica política señalaba que se abría una nueva ventana de oportunidad. Era necesario acentuar una estrategia de ruptura y un objetivo republicano. Insistimos en la relación con IU PCE pese a los evidentes desencuentros, porque las contradicciones que presentaba su frente eran reales, pues su base social era sensible a nuestra lucha y objetivos y sobre todo porque esa línea de contacto no implicaba limitarnos a su paso en modo alguno.
Así fue como en diciembre de 2011, varios grupos republicanos firmamos en el Ateneo de Madrid nuestra propia declaración de intenciones y marcamos 14 puntos que entendíamos básicos para la república del futuro. El Dr. D. Paulino García Partida, junto al Dr. Maeztu y otros republicanos eran los que en 1977 impulsaron la recuperación de Izquierda Republicana como partido independiente de ARDE. Su historia fue muy dura y no exenta de problemas , pero ellos no cejaron nunca: Paulino García Partida, a quien había conocido 25 años atrás, fue alguien a quien aprendí a respetar aunque no siempre estuve de acuerdo con él, pero siempre fue por cuestiones de estrategia y nunca por cuestiones de fondo; Paulino, que fue presidente del Ateneo de Madrid a finales de los 90, fue ante todo un republicano leal y un hombre honrado. Falleció pocas semanas después del acto. Eco Republicano, diario digital muy fuerte en la red, se adhirió como lo hicieron cientos de personas de toda España y expuso el contenido del acuerdo.
Puntos y manifiesto republicano del 7 de diciembre de 2011
El manifiesto fue refrendado por D. Miguel Pastrana, presidente de la «Agrupación Ateneista Juan Negrín”; D. Paulino García Partida, presidente de la “Fundación Manuel Azaña”; D. Pedro García Bilbao, vicepresidente de la “Plataforma Estatal de Ciudadanos por la República”; D. Eduardo Calvo, delegado de la “Red Inter Cívico Republicana y D. José Luis Pitarch, presidente federal de la “Unidad Cívica por la República” (UCR).
14 puntos para la Tercera República
Primero | Independencia y soberanía nacional en forma de República federal, democrática y pluripartidista. Apertura de un Proceso Constituyente que permita de manera eficaz a la ciudadanía -ya sea por referendo o medio análogo- poder optar por esta nueva forma de organización estatal en sustitución de la Monarquía. |
Segundo | Ruptura con los últimos lastres de la dictadura franquista -incluidas las distinciones nobiliarias- y la anulación de sus sentencias. Entronque histórico, jurídico y moral con la legalidad democrática de la II República Española. |
Tercero | Bandera federal roja, amarilla y morada. |
Cuarto | El Estado republicano fomentará y posibilitará la participación democrática de la ciudadanía en todas las esferas de la vida pública. |
Quinto | Concepción económica en clave de cohesión social y sostenibilidad medioambiental, con derecho a vivienda digna. La economía se orientará a pleno empleo, estable y de calidad, y a unos servicios públicos -Sanidad y Educación a la cabeza- garantizados por el Estado. |
Sexto | Resortes estratégicos de la economía serán de titularidad pública y estatal. |
Séptimo | Legislación socio-laboral que garantice los derechos sociales, laborales y sindicales de los trabajadores. |
Octavo | Derecho a la propiedad legítima. Apoyo estatal a los emprendedores capaces de activar la economía real y generar empleo. Penalización de las actividades especulativas |
Noveno | Administración pública basada en principios de subsidiariedad y cercanía, evitando duplicidades. |
Décimo | Funcionariado independiente de los partidos políticos, por criterios objetivos y prestigiado socialmente. |
Décimo Primero | Separación efectiva Estado-Iglesia, garantizando la libertad de conciencia y confesión. |
Decimo Segundo | Políticas estatales de paz y no violencia. Fuerzas Armadas al servicio de la defensa de la ciudadanía y el territorio de la República de cualquier invasión militar. |
Décimo Tercero | Introducción de los referendos vinculantes como mecanismo normalizado de decisión democrática. Sometimiento a él de cualquier tratado internacional -vigente o por venir- que pueda afectar a la soberanía de la República. |
Décimo Cuarto | La estructura detallada del Estado republicano sobre las bases expuestas se establecerá mediante plebiscito. |
Entre 2011 y 2014 pasaron ciertamente muchas cosas. ¿lo hemos olvidado? Fue el 14 de abril de 2012. Juan Carlos Borbón, a despecho del sufrimiento popular a causa de una crisis económica que no cesaba, se había marchado a una cacería de elefantes a Botsuana y había sufrido un accidente en su dormitorio en circunstancias no aclaradas. No lo pudieron ocultar y el escándalo solo pudo agravarse cada vez más. El deterioro creciente de la imagen del Rey era patente cada día, no lo podían parar. Y no solo eso, se percibía que la Dinastía movería ficha más pronto que tarde, y veríamos cómo saldría un Borbón para entrar otro. Era imprescindible desarrollar un plan de contingencia para esa crisis, un análisis, diagnóstico y plan de acción y lo hicimos.
Pero la estrategia de acción que pensábamos necesitaba de diputados. No los teníamos. Pero podíamos presionar a los que los tenían. En la CxR coincidíamos con la UCR en que sería necesario que IU se incorporara a la Junta Estatal Republicana JER que en buena lógica debiera tener un papel vital. El primer paso de los planes de coordinación para cuando el rey abdicase, que se veía venir ya, fructificó en Rivas en enero de 2014 cuando IU se incorporó a la JER. Negociamos esa entrada un servidor y otras personas, ahora retiradas, que no citaré, recuerdo la sorpresa y hasta el entusiasmo en muchos miembros del PCE e IU que estuvieron en la reunión de Rivas expresaron al ver la letra de los acuerdos. Enrique Santiago estaba sentado en la primera fila. Para entonces la Coordinadora Estatal ya había desaparecido, tras 10 años de andadura. Quise creer que la JER era un avance. No lo fue. Todavía no me explico cómo es posible que no viera que aquello era un camino ciego, estaban en otra cosa, pero no quería verlo.
11 Lo peor estaba por llegar, la propuesta de acción política coordinada para cuando el Rey abdicase fue literalmente boicoteada y vaciada de sustancia (*). Apenas un mes después de la conferencia de Rivas me di cuenta de que en la práctica yo estaba fuera de la JER, de CxR y de RPS. Me atreví a proponer que aquel 14 de abril los dirigentes y diputados se comprometieran con los planes en un acto público. Se hizo un vacío gélido a mi alrededor y supe que el juego había acabado. Y pasó lo que pasó. Abdicó el rey unos meses después, en Junio. Y no pasó nada. O todo, Como en 1977. Igual y a manos de los mismos. El pueblo no faltó a la cita, pero los dirigentes y diputados de IU PCE, los únicos entonces a la izquierda del PSOE en partidos no nacionalistas, faltaron a la suya con la historia y el pueblo. Todos lo vieron, algunos lo supimos de antes, no nos cogió por sorpresa, pero con todo, lo más doloroso no fue que el carrillismo volviera por sus fueros, sino en que fueran los propios compañeros míos los que se plegaran a ese juego. El resumen es sencillo, lo que yo defendía estaba en minoría y las dos organizaciones adoptaron un camino libremente y de acuerdo con sus direcciones. Mi enhorabuena. Aplicaron su línea: antes había un rey, ahora tenemos dos. El peligro para el régimen pasó gracias a la inestimable ayuda de los que se negaron a enfrentarse. La oportunidad de un desafío republicano de alcance en esos momentos claves se perdió. ¿se perdió? No, es otra la palabra.
Lo que estaba pasando en esos mismos meses es que había surgido una nueva iniciativa con propósitos de ruptura con el régimen, al menos eso decían, que iba a presentarse en las elecciones europeas de mayo de 2014. La cosa estaba en marcha desde el año anterior. La candidatura se llamó Podemos. IU PCE tenía interés en cerrar el tema republicano y lograr que IU entrara en la JER, una entidad nacida para dar el cerrojazo a lo que pretendía defender. De hecho firmaron lo que se les puso a la firma, era igual, ni iban a tomárselo en serio, su foco estaba en otra parte. El grupo fundador de Podemos contaba con varios cuadros que llevaban años como asesores de la dirección federal de IU y desde luego jamás habían aparecido en nada que tuviera que ver con esta parte de la lucha republicana que manteníamos. Ejercieron gran presión sobre IU proponiendo una alianza, tuvieron valedores internos de cierto peso, pero el aparato se impuso y rechazó toda alianza con ellos. Al Podemos inicial eso no les importaba, tenían hecha una inversión en visibilidad pública a través de youtube con sus programas de televisión hechos por ellos. Y su plan de despegue pasaba por unas Europeas, donde el colegio electoral único les daba alguna opción. Hubo otro factor, por alguna razón los medios de masas, todas las televisiones, les dieron visibilidad aquel invierno de 2014, y entre los escritos, además del Público del oligarca Roures, ¡hasta el ABC les dio cancha! Las publicaciones del periodo están ahí. ¿Buscaban frenar un posible ascenso de IU? Posiblemente, pero el cálculo salió mal, el descontento era demasiado grande, y una campaña bien llevada y por cuadros que sabían comunicar, hizo mella. Y el descontento social se tradujo en un voto de castigo al régimen aquel mayo de 2014, obteniendo aquella candidatura una gran resultado electoral. La identidad, ideología y conducta política de Podemos es ya otro asunto. Vide: Análisis Europeas 2014 (…)
El caso es que en 2009, en circunstancias muy distintas, se había propuesto una candidatura de unidad republicana para unas Europeas, pero no pudo ni formarse. De todo aquello aprendimos que nunca se debe depender de quienes no tienen los mismos objetivos que tú. En esos meses de 2014 vimos con claridad que Podemos, en su discurso y praxis, era algo ajeno, extraño y que nos combatía a todos nosotros. Combatía la idea misma de izquierda, una categoría que según ellos ya no era válida, despreciaba la República, rechazaba la Tricolor y mostraba signos de una ideología de síntesis posmoderna que constituía una mutación monstruosa. Desde el inicio se mostró como un enemigo, uno que solo mostraba desprecio y suficiencia. En el año posterior a aquellas Europeas, el aparato de IU acabaría pactando con Podemos y cediéndoles la iniciativa estratégica y la dirección de operaciones, a cambio de asegurar su supervivencia como aparato; el anticomunismo de Podemos no les importó en absoluto para pactar con ellos, si bien para ello Alberto Garzón tuvo que hacer un serio ajuste de cuentas interno en IU Madrid para llevar adelante su proyecto de Unidad Popular, antesala de la convergencia con Podemos: y en esa «rectificación de la línea caería todo el aparato del PCM con el que el M-l había estado negociando, quedando así completamente fuera de juego. La continuidad en algunos temas sí que la mantuvo, en una cita en Bellas Artes, en un acto publico, Garzón directamente nos soltó que la cuestión republicana no era «prioritaria» en esos momentos. Vide: Controlar la Izquierda volátil (…)
12 Pero cuando en junio de 2014, el rey Juan Carlos Borbón abdicó, se había traicionado ya toda alternativa de lucha republicana para ese momento. El factor republicano no se abordó en la campaña de las Europeas de unas semanas antes (mayo de 2014). Se pudo plantear la elección europea como unas elecciones contra el régimen, con una candidatura de unidad republicana de amplia base, pero ni se les pasó por la cabeza. El régimen tenía miedo, se sabían en peligro, pero los supuestos adversarios mejor situados ya estaban todos en otra lucha. Llegó el día y el viejo Borbón salió y el nuevo Borbón entró. El hecho indiscutible es que el día que abdicó Juan Carlos, cuando el pueblo salió en masa a la calle, no hubo ninguna organización que propusiera nada serio, se desaprovechó el momento, se traicionó de nuevo a la República; ni la decadente IU PCE, ni desde luego la emergente Podemos salieron a encabezar la multitud. El núcleo dirigente de la JER sí estuvo allí, en medio de un Sol abarrotado y con innumerables Tricolores ondeando, pero nadie tomó la palabra; la escena parecía irreal, en el mismo espacio de la plaza donde se había abominado de banderas y partidos, una masa ingente de jóvenes clamaba contra la Monarquía y alzaban las tricolores. Fue algo imborrable y que tenía lugar en toda España. Hoy se quiere que se olviden esos días, unos por defender la monarquía, otros para ocultar su triste papel de cómplices. Aquel día, entre la multitud, tuve que tragarme las lágrimas, estábamos en unos días históricos, el pueblo, la juventud, estaba en la calle y quienes pudieron haber ayudado a encauzar aquello habían dado un paso atrás. Hubo unos comunicados en los que se expuso la peregrina idea de que era necesario plantear un referéndum futuro sobre monarquía o república, pero nadie tuvo el valor de ir a la Puerta del Sol a proponerlo ante la multitud, porque la masa ya había votado con su presencia, que la República era su derecho y los Borbones unos intrusos; quienes planteaban el referéndum estaban, sencillamente, aceptando el que trajo la monarquía en 1947, sin que hubiera ni un solo diputado capaz de alzar su voz y decir que debería ser declarada nula la proclamación de la Monarquía y recuperarse la República; aquello del referéndum era un nuevo engaño. Vide: Comunicado ASR 3 de junio de 2014
Y qué decir del PSOE. La inversión que se hizo en Suresnes es una fuente inagotable de satisfacciones para quien la hizo, su papel fue una vez más decisivo en la defensa del régimen del 78 y a su lado las miserias de los demás palidecen por lo mezquino de su alcance. El discurso de Rubalcaba en las Cortes defendiendo la monarquía y una Transición basada en la completa impunidad del franquismo quedó para la historia Vide: Discurso de Rubalcaba (…). No tengamos la menor duda de que si algún día los Borbones tuvieran que ser desechados como los indeseables que son, no faltaran de nuevo cómplices que buscarían perpetuar el régimen bajo la fórmula de la república bicolor para la que nos van preparando: los ataques continuos a la bandera tricolor van en esa dirección.
Aquel día de la abdicación, un puñado de cuadros, sin otros medios que nuestras manos desnudas, el ejemplo de vida de tantos compañeros que nunca se rindieron y con una voluntad de acero, fundamos el Colectivo Al Servicio de la República y pasamos a una nueva fase de la lucha. Vide: Comunicado ASR 2 de junio de 2014
(*) El plan que propusimos sigue siendo válido como concepto, pero requiere del compromiso político de cargos públicos. Es un plan sencillo de concepción pero de gran alcance político que exige, desde luego, un compromiso total. La Monarquía y el régimen son vulnerables, se mantienen exclusivamente por las complicidades de personas y grupos