Las revoluciones no se hacen solas, sino que hay que prepararlas / Robert Paris
Hablar, escribir, analizar la historia, reclamar un cambio de régimen, exigir reparar el daño causado por la sublevación fascista del 36 y conmemorar el 14 de Abril está muy bien. Sin embargo, es necesario elaborar una estrategia política, movilizadora y organizadora, para producir ese cambio de sistema político. Para la izquierda que juega en el régimen de la monarquía instaurada desde la legalidad franquista, hablar de la República, de la Segunda, y plantear el cambio de sistema desde la Constitución del 78 no es más que retórica y oratoria vacía de contenido, realidad y voluntad de conseguir ese objetivo. Luchar por la Tercera República en la actualidad es reconstruir y ordenar los valores universalistas de todas las repúblicas progresistas proclamadas desde el advenimiento de la Revolución Francesa, esto es, la REGENERACION del sistema de valores que han de presidir la acción pública de la ciudadanía en la acción diaria y de los representantes elegidos en todos los órdenes jurídico-políticos y administrativos; la REBELION contra las políticas neoliberales, conservadoras y reaccionarias que constituyen el contenido de clase de las políticas económicas y sociales aplicadas por todos los gobiernos constituidos al amparo de la legislación surgida desde la Constitución del 78, y desde la inclusión del Estado español en las estructuras de la Unión Europea. Finalmente, la REVOLUCION política que arrase el poder casi omnímodo que ejerce la oligarquía internacional de la mano de la propia del Estado, a través de sus partidos y organizaciones de clase contra el conjunto de las clases y capas populares;y con ello, construir una democracia participativa que ponga en manos de la clase obrera y clases y capas populares , el poder decisorio en el día a día del devenir del país. Una revolución de la mayoría para constituir una República Democrática y Federal, con un pacto de Estado inclusivo de los territorios que serán instituidos como sujetos políticos dentro de las estructuras de esta nueva realidad, a través del ejercicio del derecho de autodeterminación. Para todo este trabajo, que se ha de expresar antes o después, es importante reunir material: ideas estratégicas, «listas de agravios», las razones y los por qués, la participación articulada en la vida social y política, la utilización de los canales electorales y la movilización social, para forzar desde dentro y desde fuera de la legalidad vigente, el final de la dominación de clase actual. En este espacio, se pretende mirar al futuro, sin olvidar el pasado, insistiendo en que las revoluciones no se hacen solas, sino que hay que prepararlas.